miércoles, 22 de febrero de 2017

Puente de Bacunayagua y sus piñas coladas Por Elías Cababie Daniel

Cuba es quizá uno de los lugares más paradisiacos en el mundo que se podrían visitar, fue durante muchos años, el destino turístico ideal para los ciudadanos de diversos países. Hoy, a pesar de las restricciones en cuanto a materia de turismo, la isla continúa siendo uno de los sitios más emblemáticos de América.

ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTO DEL PUENTE DE BACUNAYAGUA.

Mucho de esto se debe a los monumentos y sitios que perduran en la imaginaria de sus visitantes, a la calidez de su gente y a los ritmos caribeños que se fusionan con los africanos y han creado una atmósfera única y mágica.

ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTO DEL PUENTE DE BACUNAYAGUA.

Considerado por diversos medios y críticos como una de las maravillas cubanas de la ingeniería civil, El puente de Bacunayagua ofrece una postal excepcional donde se incluyen paisajes naturales que rodean la obra y por la que circulan miles de vehículos por sus 114 metros de extensión.

ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTO DEL PUENTE DE BACUNAYAGUA.

El puente se sostiene por pilares con arcadas finas de trazo, pero sólidas que han permitido por más de 50 años que el Bacunayagua reciba siempre en pie a los visitantes, desde que se inaugurara en 1959.

Como dato curioso, el puente cuenta con “El Mirador”, desde el cual se puede apreciar la majestuosidad del valle de Yumuri y la vegetación hasta el imponente mar del Atlántico. Además, se pueden disfrutar, lo que los habitantes aseguran, son las mejores piñas coladas del mundo.

Estar en el puente de Bacunayagua y no probar una piña colada, representa una afrenta muy grande a los sabores siempre ricos de la isla cubana.

Elías Cababie Daniel


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