Hay una
ciudad que descansa sobre canales, muchos dicen que su sistema fluvial es mucho
mejor que el de Venecia, lo cierto es que no existe una comparación alguna.
Compararlos sería como comparar a Da Vinci con Picasso. Ambos excepcionales.
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ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTO
DE LOS CANALES DE ÁMSTERDAM.
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Los canales
de Ámsterdam, con una extensión de casi cien kilómetros y poco más de mil
puentes, son un lujo para los miles de familias que viven en casas flotantes y
para quienes hemos tenido la fortuna de mirar esa pieza de arte de la
ingeniería civil.
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ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTO
DE LOS CANALES DE ÁMSTERDAM.
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Los nombres
son difíciles de pronunciar, lo importante de ellos son su belleza:
Prinsengracht, Keizersgratch y Herengracht, en las cuales se funden
mansiones de lujo y se fusionan con el agua en una catarsis llena de matices y
colores.
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ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTO
DE LOS CANALES DE ÁMSTERDAM.
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El sistema de
canales, debido al aumento de la inmigración, fue planeado con profundo
análisis de conciencia, hecho de gran valor sobre todo teniendo en cuenta que
se concretaron en la primera parte del siglo XVII.
Canales
adaptados al desarrollo residencial y comercial que con el pasar de los años
actuaron como sistemas defensivos. Y como dato curioso, el sistema de alarmas
del Banco Nacional de Holanda actúa en complicidad con el canal. Cuando se
detecta una intromisión o amenaza, las bóvedas, en la profundidad de los
canales, se inundan y terminan con la amenaza.
Los Canales de Ámsterdam, fueron incluidos por la UNESCO como
Patrimonio de la Humanidad desde el año 2010, y al mirarlos, uno entiende por
qué están considerados incluso, más bellos que los de Venecia.
Elías Cababie
Daniel
